Es increiblemente abstracto el abanico de posibilidades que encontramos a nuestro alrededor para emitir recortes discursivos referidos a la publicidad.
Un poste, el pasamanos, el timbre del bondi, columnas. En todos lados es posible desarrollar ideas y modos que consigan captar la atencion de nuestro inconciente. Y ahi nos queda rebotando quien sabe hasta cuando. Se superan limites dia a dia, y todo empieza a estar organizado de manera tal de maximizar las posibilidades que otorga el entorno. Asi por ejemplo, nuestro jardin deja de ser un jardin para volverse un espacio donde montar enormes columnas de hierro destinadas a explotar el espacio aereo.
Aqui unas fotos de tal evento
Esquina donde ubicaran la columna
publicidad callejera en postes
1 comentario:
Lo bueno de ser observador es que no nace de la necesidad ecónomica, ni de la repercusión mediática.
Surge de la necesidad misma, como el arte.
Parecido a lo que hacés vos.
niñoespina
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